Gestión de la empresa familiar
Gestión de la empresa familiar
La historia de la gestión empresarial se inicia en el siglo xix. En el
mundo occidental, la revolución industrial será el origen y la causa de
grandes transformaciones. La confluencia de las máquinas y los cambios
sociopolíticos provocarán el nacimiento de un nuevo tipo de organización
económica: la empresa moderna.
Las empresas se estudiaban básicamente en función de su tamaño. Se desarrolló todo un conjunto de teorías de gestión de grandes empresas, con solo
referencias a las empresas familiares como casos especiales de infradesarrollo.
La relación entre la empresa y la propiedad se analizaba únicamente en el caso específico de las compañías cotizadas, cuyas relaciones entre los accionistas y los gestores se establecían rigurosamente. El resto de compañías eran consideradas como las «no-cotizadas», como las «otras», sin que se les prestara mayor atención. Eran compañías menos desarrolladas que, de forma natural, debían evolucionar hacia compañías cotizadas.
Dada la constancia dinástica, lo único que
se puede hacer para evitar los episodios desagradables relacionados con la sucesión en el trono, que dañan tanto a la organización
como a la familia, es que el patriarca reconozca que tanto él como
la empresa deben cambiar.
Para el crecimiento de la empresa es esencial quitar el reino del
dominio del abuelo.
La sucesión ha sido identificada como el gran problema para la continuidad de las empresas familiares. Uno de los temas que más se ha difundido en las conferencias sobre empresas familiares es que el 70% de ellas
perecen en la transición de la primera a la segunda generación y solo un
15% llegan a la tercera. Es decir, que por el hecho de ser familiares el 70% de las empresas tienden
a desaparecer en el tránsito de la primera a la segunda generación y que, de
estas, la mitad lo hacen en el tránsito de la segunda a la tercera generación.
Pensar que actualmente se puede anticipar quién deberá gestionar la compañía en los próximos quince años, para que esté al
mando de la misma durante los futuros treinta años, es bastante
utópico.
Los planteamientos de la planificación de la sucesión son muy
claros cuando se analizan ex-post, es decir, al analizar un problema y
observar que hay una determinada causa que debía haberse previsto.
Este enfoque no es consciente de la dificultad de prever aquello que
todavía no ha pasado, mientras que es fácil deducir los mecanismos
necesarios de prevención una vez ocurridos los hechos.
Las empresas familiares en evolución o involución
Las empresas familiares tienen gran importancia dentro de la realidad socioeconómica de cualquier
país, es por esto que a través del tiempo se la ha venido considerando como parte esencial para el
desarrollo de los mercados locales. Un alto porcentaje de las empresas existentes en el mundo son familiares, las mismas hacen un
gran aporte a la economía mundial y al país al que pertenecen. En aquellos estados desarrollados
estas empresas alcanzan aproximadamente el 80% economía, mientras que en países en vía de
desarrollo llegan a un 98%. En este sentido, es importante destacar que los individuos están
influenciados por principios y valores, al mismo tiempo, las familias propietarias promueven los
valores y principios de la sociedad y la familia en su empresa familiar; cada sistema tiene un
propósito que motiva a los integrantes a pertenecer y a alcanzar los resultados esperados por la
empresa familiar y de esta manera evolucionar o involucionar a través del tiempo. Las empresas familiares (EF) son la estructura productiva más antigua de la humanidad,
representando un rol predominante en la economía de cada país.
Las empresas familiares han ido evolucionando cada vez más, logran esto un impacto positivo no solo a nivel mundial sino también local. Existen empresas familiares que han logrado crecer y mantenerse en el mercado y otras que han desaparecido con el paso del tiempo; a esto se le atribuye a que existen varios tipos de empresas familiares que no se desarrollan correctamente al no tener confianza en los miembros de la familia y la dirección estratégica que se lleva a cabo, los cuales son puntos importantes para el crecimiento de la empresa. Para evitar la involución, toda empresa familiar debe responder adecuadamente a los problemas específicos que se le plantean a una familia empresaria, y en especial, los relacionados con la formulación de la planificación estratégica familiar, el gobierno familiar, la distribución y utilización de la riqueza creada por la empresa familiar, la formación y educación de la siguiente generación, el mantenimiento de unas fluidas relaciones familiares, la conservación del legado familiar o el mantenimiento de la unidad y el compromiso familiar con la empresa.
Conclusión
El desarrollo de las empresas familiares representa un impacto sumamente positivo en la economía
social, no solo por la extensa cadena existente de empresas familiares en el país, y su evolución a sido muy importante para el fortalecimiento de la economía.
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